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El despistaje

Martín Roldán Ruiz

2007:  Sale publicada en una edición de autor Generación Cochebomba.

 

2008: Sale publicado el libro de relatos Este amor no es para cobardes, por el grupo editorial Norma.

 

2013: Generacion Cochebomba es reeditada por Colmena editores.

¿Cómo nace Generación cochebomba? ¿De dónde nace la idea de hacer una historia que engrane el conflicto armando interno con el movimiento del rock subterráneo de finales de la década de los ochenta?

 

Nace como un cuento. El primer capítulo de la novela era ese cuento en donde deseaba contar sobre un concierto subte que terminaba en una batida. Yo sentía que esa historia no debía quedar allí, que podía dar para más. Entonces me puse a escribir y no paré. Aparte, ya tenía en mi cabeza ese bichito de querer contar sobre lo que yo había vivido con el rock subte. Y como era una expresión pura de esos años, no podía estar desligada de la violencia, la crisis económica, etc.

 

 

Aún considerando que Generación cochebomba salió publicada por primera vez en el año 2007, era mucho lo que ya se venía produciendo sobre el conflicto armado y la violencia política ¿Tomaste esto en consideración al momento de escribir la novela?

 

No, yo empecé a escribir sin tener mucho conocimiento de las novelas sobre la violencia. La única novela que había leído y que trataba sobre la violencia fue Lituma en los andes, que no es precisamente una novela que guarde relación con la mía. Yo escribía sobre un grupo de muchachos en medio de la guerra. Pero sí tenía en mente el que el dramático contexto social en que se desenvolvían los afectaba de manera terrible y tenía que plasmarlo de alguna forma dentro del libro.

 

 

¿Crees que existe una relación intrínseca entre literatura e historia?

 

Si es una novela histórica, pues claro que sí. Lo que sí creo es que lo intrínseco se da con la realidad. Porque creo que así sea una historia fantástica, siempre nos va a remitir a la realidad. Lo fantástico es una interpretación de la realidad. Ahora, en la novela podemos conocer un momento histórico a partir de los personajes; por cómo vivían, sentían o pensaban. Podemos conocer los hechos históricos, pero la literatura te lleva a conocer aspectos que la Historia no se ocupa.

 

 

¿Cómo asumiste el que el éxito editorial de la primera edición de Generación cochebomba no haya tenido una igual o semejante correspondencia en el interés de la crítica especializada?

 

Mmmm nunca me he puesto a pensar en la crítica, aunque parezca una respuesta común. He leído y escuchado directamente algunos comentarios de ciertos entendidos en los que hablan bien de mi novela; pero no es algo que tenga en cuenta siempre. Creo que no es que no haya habido interés sino que se acabó muy rápido la edición y no tuvieron la oportunidad de leerla.

 

 

¿Compartes la opinión de que el medio literario urbano limeño les exige a los escritores, en mayor o menor medida, aunarse a algún tipo de círculo amical para ser reconocidos? ¿Crees que hay narradores de tu generación que son básicamente consecuencia de su capacidad publicitaria y no de su capacidad narrativa?

 

La verdad que no ando fijándome en lo que hacen otros escritores para que sus libros sean leídos. Aparte, yo cuando entré al medio "literario urbano limeño" no conocía a nadie, salvo a mis profesores del taller de narrativa en San Marcos, y en la actualidad conozco a muy pocos. Y, bueno, mi novela fue haciéndose conocida de lector en lector. En ese sentido la novela caminó sola, por sus propios méritos y no porque me tomara unas chelas en el Queirolo de Quilca junto a otros escritores. Y la verdad no veo qué relación pueda haber entre pertenecer a un círculo y la calidad de narrativa de ciertos libros.

 

 

¿Cuál es tu relación con los escritores limeños de tu generación?

 

Cómo mencioné no conozco a muchos. No frecuentó el círculo literario, y han sido muy pocas veces las que he compartido con escritores de mi "generación", que mejor dicho son de generación editorial, porque yo ya estoy un poco tío en relación a los demás jajaja…

 

 

Gabriel Ruiz Ortega, en más de una ocasión, ha comentado que uno de los méritos y motivos del éxito de Generación cochebomba está en el que rescata las enseñanzas de la vieja escuela de la tradición narrativa peruana: la del boom; lo que la diferenciaría de casi todo lo producido actualmente en nuestro medio, más cercano a la denominada "metaliteratura" ¿Te consideras deudor de Mario Vargas Llosa, Gabriel García Márquez, Julio Cortázar, etc.? ¿En qué medida has aprendido de esta escuela?

 

Sí, creo que he tenido como modelos a los escritores del Boom, y me siento como un deudor de sus libros porque fueron los que me impactaron, los que me hicieron vivir emociones con sus historias, su prosa, su técnica. Sentía esa identificación con cada uno de sus personajes. Y cuando alucinaba con escribir algún día, pensaba que tenía que ser como las novelas de esos escritores.

 

 

Aunque es conocida tu activa militancia como hincha de Alianza Lima ¿cómo así decides escribir Este amor no es para cobardes? ¿Fue difícil la decisión por aventurarse en un terreno tan distinto no solo por lo temático sino por lo técnico (de novela a cuento)?

 

En una barra se encuentran muchos dramas que te hacen reflexionar de por qué estos muchachos actúan de esa forma. Yo como andaba en la barra de Alianza pude conocerlos de cerca. Entonces, quería reflejar ese mundo. Un pequeño mundo que si lo vemos con otros ojos es una representación de lo que es nuestra sociedad.

Entonces como mi novela narra la historia de un grupo de muchachos que estaban en medio de dos fuegos en una época de crisis total, en este libro de cuentos quería narrar el fenómeno de la violencia de las barras que es ejercida también por jóvenes, aunque sean jóvenes totalmente distintos a la de los años ochenta, que es mi generación. La violencia de barras es un fenómeno de la década siguiente, la del noventa, pero la forma de pensar de estos jóvenes, de ver el mundo y la toma de conciencia de la realidad es totalmente opuesta a los jóvenes de los ochenta. Son más individualistas, apolíticos, etc.

Y lo de aventurarme no fue una decisión muy pensada porque estuve en tantos talleres de cuentos que creo aprendí el oficio, y creo que no desentono ¿o sí? Aparte, pensé que el cuento era el mejor medio para contar las historias de este tema, que es tan actualidad, porque quería que las historias impactaran y creo que en una novela se hubiera perdido ese impacto.

 

 

¿Volverías a hacer algo como GC?

No creo; en el sentido de escribir una novela de chicos metidos en drogas, sexo y rocanrol, o que tenga que ver con la violencia política. Aunque esto último, lo referente a la violencia política, sí podría ser; pero ya no como algo parecido a Generación cochebomba.

 

 

¿Y en qué estás trabajando ahora? ¿Hacia dónde apuntan ahora tus nuevos proyectos narrativos?

Tengo un libro de cuentos ya terminado en el que he incluido algunos personajes e historias que bien pudieron estar presentes en Generación cochebomba, pero que no encajaron en la trama, así que los individualicé y los hice cuentos. Pero no todos son así, también incluyo unas historias de personajes marginales, lo cual no quiere decir que sean de gente pobre o de los suburbios, sino de aquellos marginados en el amor, en la amistad, en la vida. El título de este libro que espero publicar pronto será Podemos ser héroes.

 

 

 

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