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Contenido Distopía Literaria #3

      
El Gringo

Distopía Literaria #3

 

Con "El Gringo" debuta en la literatura el periodista nacido en Moyobamba y egresado de la Universidad Nacional de Trujillo Juan Carlos Díaz Espinoza, quien con este tentador título nos adelanta el argumento de su brevísima novela enmarcada en la zona más peligrosa de su ciudad adoptiva: el distrito de La Esperanza, cuna de bandas de extorsionadores y sicarios adolescentes.

Se acabó el show 1985, el estallido del rock sunterraneo

Distopía Literaria #3

 

Se acabó el Show de Carlos Torres Rotondo es probablemente la propuesta historiográfica más ambiciosa acerca del movimiento del rock subterráneo en el Perú. La propuesta esbozada, no trata solamente de la recopilación de datos, fotografías, afiches y revistas de toda aquella movida (que de por sí ya supone un trabajo casi arqueológico), sino que, a diferencia de lo que se estila en trabajos similares, la estructura narratológica del libro no se encuentra limitada a una visión rígida, heterodiegética; sino que apela a la entrevista constante, logrando una especie de gran polifonía en donde las voces de los protagonistas parecieran habitar encuentros y desencuentros sobre aquellos años efervescentes.

Lima es-cool

Distopía Literaria #3

 

La carrera literaria de Max Palacios se ha desarrollado en Lima y se vincula directamente con el género narrativo. Ha publicado, por esa razón, libros de cuentos y novelas, como Con el diablo adentro (2001), Amores bizarros (2003) y La culpa la tiene Nabokov (2005). Una de sus últimas publicaciones, Lima es-cool (2012) –ese mismo año, se publicó la novela Si mi amor fuera cometa–, constituye una antología conformada por nueve de los cuentos más representativos del autor.

I concurso de cuentos Salvemos el Palais Concert

Distopía Literaria #3

 

Entre las diversas manifestaciones realizadas a favor de la conservación del emblemático edificio, otrora conocido como Palais Concert, se encuentra el "I Concurso de cuentos El Palais Concert y la conservación de la memoria". La iniciativa ha dado origen a una nutrida compilación de cuentos integrada por los autores ganadores y finalistas del concurso. La propuesta e intención es clara, los cuentos ficcionalizan a partir del lugar de reuniones que haría famoso Abraham Valdelomar. El Palais Concert no es solo un leitmotiv, es también un anclaje al pasado que a veces marca su nostálgico retorno o en otros casos este se contrapone a un presente que representa la comercialización y el despojo de la gloria. tomará posesión del edificio), sino que han optado por escenificar, de distintas perspectivas, el momento de la amenaza.

Okinawa existe

Distopía Literaria #3

 

El desarraigo, la soledad, la locura y la muerte son tópicos que desfilan en el conjunto de cuentos que el escritor Augusto Higa (Lima, 1947) nos presenta en su libro Okinawa existe (Lima, 2013); temas que nos invitan a reflexionar sobre la condición de personajes que representan a los emigrantes japoneses en la Lima de los años cuarenta y cincuenta.

Lima a tientas

Distopía Literaria #3

 

El inicio del siglo XXI marcó, en cierto sentido, la internacionalización de la literatura peruana. Varios escritores no solo fueron galardonados con importantes premios internacionales, sino que su obra se hizo conocida en grandes mercados literarios (Alonso Cueto, Santiago Roncagliolo, Jaime Bayly, Fernando Iwasaki , Carlos Yushimito, entre otros). A la par de este reconocimiento internacional, también se generó un proceso literario interno protagonizado por autores que situaron su obra en los linderos de la cultura andina y provinciana. Por otro lado fue significativo el crecimiento que experimentó el mercado editorial peruano en la primera década del siglo XXI, debido a la reducción de costos en el ámbito editorial, la vigencia de la Ley del Libro y el impulso del Plan Lector por parte del Ministerio de Educación.

Poéticas de los negro. Literatura y otros discursos acerca de lo afroperuano en el siglo xx.

Distopía Literaria #3

 

Ingresar al ámbito de los estudios afroperuanos en pleno siglo XXI es un desafío que nos exige lidiar con la carencia, el vacío, con esa falta que deviene en invisibilización estructural de las raíces africanas en nuestro país y sus correspondientes manifestaciones culturales. No obstante, aún con relativa insipiencia, en las últimas décadas el campo se nos muestra promisorio y lo afroperuano va posesionándose paulatinamente de espacios académicos donde, en los primeros decenios del siglo XX, eran impensables. En este sentido, Poéticas de lo negro.

Martín Roldán Ruiz

Distopía Literaria #3

 

La literatura debe caminar sola

Fantasmas esenciales

Distopía Literaria #3

 

Cuando se deviene en la lectura de poesía, en el mejor de los casos, ejecutamos una elevación especial del espíritu que nos lleva hacia un estado que no merece mayor elucidación porque nuestras condiciones mentales no resultan efectivas. En dicho escenario, las palabras sobran. Lo que mueve nuestro pensamiento es la continuación de imágenes, la revelación del cosmos, la cálida visión que nos supone una fotografía mental tomada en la ceremonia de la lectura; eso, según la destreza del poeta en el previo acomodamiento: lenta, propia de la poesía romántica o tradicionalista, cuya construcción apela más al uso de elementos de la naturaleza; o de una velocidad extrema que violenta súbitamente nuestros sentidos, característica de la producción poética de nuestro tiempo, llámese moderna o última.

El pez que aprendió a caminar

Distopía Literaria #3

 

En muchos de los relatos contemporáneos encontramos algunas temáticas más o menos constantes que bien podríamos tomarlas como síntomas de un problema mayor: la soledad. Tema que si, además, se profundizan, nos llevan a explorar una serie de de ramificaciones a manera de subtemas; como la desesperación, la infelicidad, etc. Claudia Ulloa Donoso (Lima, 1979) en El pez que aprendió a caminar (Estruendomudo, 2013), toca estos temas, y otros más, alcanzando dimensiones trascendentes.

  
Territorio Huarco. Muestra poética de trece autores en su laberinto

Distopía Literaria #3

 

En su juventud las nuevas generaciones de creadores literarios, sean narradores o poetas, suelen compartir el ímpetu y el afán de romper con los que los precedieron; esto, como parte de un entendible y necesario espíritu de reconocimiento; de saberse auténticos; valga decir, de saberse la superación de un proceso más o menos natural y, en algunos casos, incluso, violento.

  
Sexualidad adolescente y cine de terror: la transformación del vampirismo

Distopía Literaria #3

 

Los cambios en la expresión de la conducta sexual de los personajes adolescentes en las cintas de terror de Hollywood, producidas entre los años 80 hasta lo que va del siglo XXI han sufrido variaciones interesantes en algunos aspectos relacionados al elemento oculto, al fantasma que ronda el encuentro sexual y también en la configuración del sujeto-objeto performador.

  
Casi nada desolación comentada sobre la narrativa reciente

Distopía Literaria #3

 

Hagamos memoria.

No pretendo hacer un análisis metódico de la catástrofe de la que les voy a hablar.

Es solo la impresión de un lector que, ya sea para bien o para mal, fue un testigo privilegiado, un actor de reparto de aquella lejana eclosión de nuevos narradores peruanos que aparecieron en el primer decenio del presente siglo.

Desde hace un tiempo no dejo de lamentarme por el excesivo entusiasmo que tuve para con muchos de ellos. En esos años más de incauto, y apurado por la fiebre del momento, declaró que estábamos ante la generación más férrea, la más articulada, que no veíamos desde los narradores de la Generación del 50.

  
La vieja remington
Hey, Douglas Rubio

Distopía Literaria #3

 

Una noche, viernes precisamente, luego de un día docente, me encontré al Teatrero durante una reunión informal en el conocido restaurante-bar Don Lucho, epicentro común de universitarios parlanchines, intelectuales vedettes, bohemios desesperanzados y poetas que no lograrán jamás la codiciada fama que sus poemarios publicados prometían. Entró sin prisa, acompañado de un hombre bastante mayor, se acomodaron en una de las últimas mesas del bar y pidieron cervezas. Mientras, a mi lado, Mr. Olvidado, expectante de acabar su dilatada carrera literaria (en la Villarreal, los documentos se extravían con una facilidad siniestra), un profesor de su misma universidad, y un cineasta discreto, quienes cuestionaban con ardor las últimas elecciones presidenciales.

 

  

Contenido Distopía Literaria #2

Literaturas regionales Narrativa huaracina reciente

Distopía Literaria #2

 

Las palabras introductorias al texto de Jorge Terán, a cargo de Javier Morales Mena, presentan algunos antecedentes importantes para referirse a la literatura huaracina, partiendo de la hipótesis de que consistiría de un producto de esos espacios estéticos y festivos que son resaltantes a simple vista, tanto así como referirse a la conmoción provocada en un turista (Pg. 11). Uno de esos centros de atención, según lo remarcado, sería el de la violencia terrorista de la década de los 80, donde la voz andina estaría simbolizada por aquel reclamo sociopolítico.

La felicidad de hallar felicidad

​Distopía Literaria #2

La felicidad de hallar felicidad (Pakarina, 2011) de Daniel Gonzales Rosales (Huaraz, 1976) da cuenta de una sensibilidad inconscientemente conflictiva. Compuesto por siete relatos estructuralmente heterogéneos, el libro encuentra cierta unidad a partir de los sentimientos de solidaridad que envuelven a sus personajes en medio de un ambiente que, aunque cotidiano, se encuentra marcado por los conflictos que traen consigo la migración y, en algunos casos, por una sensibilidad profundamente marcada por la ausencia paterna.

Teoría de la literatura: RESTOS

​Distopía Literaria #2

Hablar sobre la teoría literaria en nuestro medio suele ser un asunto espinoso, esto, en gran medida, debido al rechazo que sostiene cierto sector de lectores y escritores motivados, generalmente, por el desconocimiento, y también, en parte, por nuestro voluntario enclaustramiento al interior de un ambiente meramente disciplinar: en una especie de metáfora extraña, digna de Simeón el Estilita. Es por ello que la propuesta expuesta por Javier Morales (compilador) en Teoría de la literatura. Restos (Editorial San Marcos, 2012) se convierte un punto de retorno que nos invita a reflexionar sobre la crisis de la teoría literaria y, al mismo tiempo, de las humanidades en general, agravada en estos tiempos extraños en que vivimos: entre la inmediatez informática, las interacciones virtuales y un marcado distanciamiento caótico con respecto al otro.

Fuego cruzado

Distopía Literaria #2

 

La producción de Edgar Norabuena en la literatura ancashina se remonta al año 1997 con la publicación del poemario El grito del silencio. Desde aquella época hasta hoy hemos visto la evolución de su escritura, la cual ha sido acreedora de un buen número de reconocimientos que no hacen sino confirmar su calidad estética. Los que venimos siguiendo con especial interés la sucesión de su obra narrativa, que se inicia con El huayco que te ha de llevar (2007), podemos manifestar que esta ha ido progresando interesantemente hasta convertirse en uno de las narrativas ancashinas más destacadas de los últimos tiempos.

Los asesinos de Banchero

​Distopía Literaria #2

Acaba de publicarse Los asesinos de Banchero (Etiqueta azul, 2013) de Ludovico Cáceres Flor, libro que nos recuerda uno de los crímenes más sonados de la segunda mitad del siglo XX de nuestro país, y que develó el mediocre y nada autónomo funcionamiento del sistema judicial correspondiente a los años del gobierno militar de Juan Velasco Alvarado. Esta novela confirma, así, una vez más,  la predilección de Cáceres por el tópico de la muerte y la incidencia en ciertas técnicas periodísticas ya desarrolladas en sus anteriores novelas.

Las almas también penan por amor

​Distopía Literaria #2

Las almas también penan por amor (Pakarina, 2011) de Eber Zorrilla (Masin, Huari, 1982) no es una publicación exactamente nueva, sino la cuarta edición de su primer (y de momento, único) libro de relatos, que, no obstante, desde su primera publicación, en el año 2007, ha venido dando indicios de un interesante potencial técnico y temático, presente en cada uno de los once cuentos que componen esta última edición.

Naufragios

Distopía Literaria #2

 

Resulta casi imposible leer a Danny Barrenechea en sus Naufragios y no sentirse parte de ese buque que zarpa, nostálgico, a extraviarse, no en el mar, sino en los voraces kilómetros de asfalto de la Panamericana Norte, que separa la ciudad, casi antagónicamente, entre individuos de aquí y de allá. Este poemario explora dos mundos en contraposición: el oficial y el marginal; espacios en los cuales el enunciador lírico se enfrenta sin armas, expresando su desencanto, su resignación, su soledad y/o su inconformidad, según la situación por la que transita en su condición de migrante: náufrago en la ciudad que abre sus fauces para devorarlo si no se adapta.

Un zombi  ilustrado

​Distopía Literaria #2

Demás estaría recordar que la región Ancash ostenta una tradición narrativa de primer nivel. Autores como Carlos Eduardo Zavaleta (Caraz), Julio Ortega (Casma), Oscar Colchado Lucio (Huallanca) y Luis Fernando Cueto (Chimbote) bastarían para convocar a un gran número de amantes de la literatura en cualquier evento cultural.

Alejandro Mautino

​Distopía Literaria #2

Cuando empezamos a construir la idea de lo que sería Distopía Literaria, nos abordaban emociones encontradas. Por un lado, la satisfacción de prestar debida atención a lo que no se mira ni de soslayo; y por otro, el darle voz a quien con justo talento se lo ha ganado.

Racionalidades en conflicto: cosmovisión andina (y violencia política)
en Rosa Cuchillo de Óscar Colchado

​Distopía Literaria #2

Rosa Cuchillo, de Óscar Colchado Lucio, está ambientada en la época de la violencia de Sendero Luminoso y del Estado, y narra, por un lado, los avatares de Rosa Cuchillo, luego de muerta y guiada por su perro Wayra, para llegar al Janaq Pacha (el paraíso), pasando por el Uckhu Pacha y el Supay Huasi (en analogía al viaje de Dante por el infierno y el purgatorio para llegar al cielo); y, por el otro lado, las peripecias en la tierra de Liborio, el hijo de Rosa, al ser enrolado a las filas de Sendero Luminoso. Con ambos personajes se tejen las historias.

Necesaria lectura de Antonio Salinas. Apuntes sobre El bagre partido

​Distopía Literaria #2

Dentro del panorama de la literatura peruana y ancashina contemporánea, la labor escritural de Antonio Salinas (Lima 1944 – París 1997) (seudónimo de José Antonio Palacios, autor afín a los avatares del puerto ancashino de Chimbote) ha de ser releída, analizada e interpretada en aras de otorgarle el sitial que merece. Hasta ahora, su breve obra de escasa difusión e incuestionable calidad han hecho de este escritor un autor de culto. Autor de los libros de cuentos El bagre partido (1984) y Verdenegro, alucinado moscón (2000), además del libro de crónicas Embarcarse en la nostalgia (1999) –los dos últimos, póstumos-, integrante del Grupo literario Isla Blanca, incansable trotamundos, ha de abandonar el rótulo que lo sindica como escritor de iniciados y especialistas para convertirse en un referente necesario de nuestra literatura.

Reminiscencias de Tarata: El relato del terror

​Distopía Literaria #2

La sociedad limeña ha decidido a través de los años hacer de Tarata el recuerdo paradigmático de la guerra interna que vivimos en contra de los grupos armados. Este recuerdo también simboliza lo indolente que fue la capital con las provincias hasta que el coche bomba le enrostró la realidad. La memoria de la sociedad limeña y los individuos que la componen decidieron interiorizar ese recuerdo más que ningún otro para explicarse cómo fue la llegada del terror a la capital. En este punto nos preguntamos ¿qué pasa con la memoria de los individuos y las comunidades cuando pasa el terror de una guerra? ¿De qué manera un hecho traumático se recuerda más que otros y cómo se convierte en símbolo de aquella época?

La vieja remington
El cine Junín

​Distopía Literaria #2

Yo he vivido en el distrito de San Martín de Porres desde el día que nací hasta hoy, que tengo casi 35 años. Espacio sinuoso, de bullicio, de microbuses y peatones impenitentes, de lejísimos aviones atronadores, de pasacalles durante sus festividades patrias, de húmedo calor en el estío, de lluvias prolongadas en el invierno, de acuarelas en el cielo caprichoso de primavera, o aplastante molicie en las tardes luego del almuerzo otoñal. He vivido en este distrito y, lejos de avergonzarme (como muchos pequeños sobrinos que conozco, quienes prefieren decir que son de El Callao o Los Olivos, pero nunca de este lado del Cono Norte) no puedo dejar de recordarlo ahora que la nostalgia me abruma.

Contenido Distopía Literaria #1

Once quince

Distopía Literaria #1

 

Es más difícil incidir en los aciertos que en los errores ajenos, más aún si se trata de reconocer algún talento que en alguna medida se envidia o venera. Tal vez sea por eso que los que nos dedicamos en alguna medida a la crítica literaria sonamos, generalmente, mezquinos; sobre todo cuando comentamos a un autor nuevo, salvo –claro- que haya sido previamente bautizado por algún consagrado creador o académico del medio. Pero como dice el dicho “al pan, pan; y al vino, vino”. Quisiera comentar brevemente Once quince (Paracaidas, 2009) de Pedro Casusol, una nouvelle que, a mi criterio, merece una mención aparte entre las ficciones de trama policial y sicológica que he leído últimamente.

Bienaventurados los que lavan su ropa

​Distopía Literaria #1

Hay cuentos o novelas cortas que deben leerse de un tirón por su complejidad narrativa. Si las leemos por partes, corremos el riesgo de no comprenderlas del todo. Las técnicas literarias y la densidad del lenguaje son algunas de las razones. Sin embargo, en el caso de Bienaventurados los que lavan su ropa (Banco Central de Reserva del Perú, 2012) de César Vega Herrera, éstas responden a la peculiaridad del narrador por confluir varias voces en un solo acto y lugar, atraídos por el desenlace fatal de una criatura recién nacida que se debate entre la vida y la muerte ante la atenta mirada de familiares, vecinos y extraños.

LOS ESPECTROS DE LO FANTÁSTICO EN "LA MUERTE SE SUEÑA SOLA" DE PAUL ASTO VALDEZ

​Distopía Literaria #1

En alguna oportunidad Adolfo Bioy Casares, al comentar el prólogo de la  Antología de la narrativa fantástica, que él mismo hiciera junto a Jorge Luis Borges y Silvina Ocampo, señaló que “[v]iejas como el miedo, las ficciones fantásticas son anteriores a las letras. Los aparecidos pueblan todas las literaturas: están en la Zendavesta, en la Biblia, en Homero, en Las mil y una noches”. A nuestro entender, esta narrativa fantástica no solo se materializa a través de seres como aparecidos y fantasmas, sino también como sueño, locura, angustia y con la misma simbología que encierra la compleja dualidad entre vida-muerte. Esta breve introducción, que anotamos, parece ser el curso que nos depara la lectura de La muerte se sueña sola (Vivirsinenterarse, 2012), del joven cuentista limeño Paul Asto Valdez.

En el juego de la vida

​Distopía Literaria #1

Hablar del primer libro de un autor siempre suele ser una tarea complicada, pues muchas veces es difícil hallar el punto exacto, en donde un primer libro deja de ser un buen intento de aprendizaje y se convierte en un proceso intrascendente que deja buenos momentos. Entonces, “¿qué cosa se puede decir y qué no…? probablemente sea este tipo de contrariedad lo mejor que puede dejar un primer libro, el simple hecho de no saber muy bien cómo empezar sin dejar de rodear las primeras palabras propiamente dichas. Este es el caso de: En el juego de la vida primer libro del joven narrador Daniel Abanto.

Lumbra

​Distopía Literaria #1

Como la Venus naciente que parece rememorar el dibujo de la portada (quizá de aliento renacentista-grecolatino), Lumbra, primer poemario de Benggi Bedoya, trae consigo la construcción de una morada donde la voz poética nace para definirse y representarse. Acaso un acto embrionario, la mitología en esta unidad se vuelve un asidero originario a partir del que Benggi desea ser alumbrada o iluminada.

Plumanegra, año 1,  Nº 1

​Distopía Literaria #1

Tras aproximadamente diez meses de haber publicado la primera muestra de su creación colectiva, la agrupación literaria “Plumanegra” acaba de sacar a la luz el primer número formal de su revista, bautizada con el mismo nombre. Plumanegra se encuentra conformada básicamente por narradores jóvenes vinculados en su mayoría a la especialidad de Literatura de la UNFV. No obstante, sus objetivos se encuentran centrados en la creación estética, lejos de la crítica académica. Reunidos más por una afinidad creadora plural que por un tópico temático o técnico, su creación es heterogénea, aunque hasta el momento se han caracterizado por representar espacios urbano, aparentemente limeños.

John Martínez

​Distopía Literaria #1

Nos habla sobre El elegido y su próxima reedición.

3 barras; una mujer y un tabique roto

​Distopía Literaria #1

Probablemente el teatro haya sido la expresión artística que mejor se ha adoptado a los cambios sociales a lo largo de los siglos. Quizás sea el que mejor adaptación haya tenido en estos tiempos postmodernos, con puestas de escenas monumentales y teatros construidos en los  distritos más exclusivos de las ciudades. Pero claro, hay muy pocas puestas de escena de autor, ya que la gran mayoría son adaptaciones del extranjero, y si a eso sumamos que la publicación de dichas puestas son nulas, nos damos cuenta de que no todo es tan redondo como a algunas personas.  Para los que conocemos de cerca a Max Pinedo, sabemos de su loable labor por difundir la cultura en el cono norte de la ciudad y en cualquier auditorio en el que le dejen presentar alguna de sus obras.

sobre la responsabilidad del editor

​Distopía Literaria #1

Hoy, en el Perú, es común hablar de editoriales independientes. Mediante estas, nuestros escritores (narradores y poetas), han tratado de encontrar un mecanismo eficiente de publicación y difusión de sus creaciones, más allá de la tiranía de las grandes editoriales nacionales e internacionales que monopolizan, de facto, no solo los contenidos y las formas estéticas, sino que, también, el acceso de determinados grupos sociales y amicales que han hecho de la creación estética un mercado regido, en gran medida, por ellos mismos, valga decir, “de acuerdo a sus criterios estéticos o comerciales”.

LA REVISTA DE ANTROPOFAGIA: UTOPÍA Y VANGUARDIA EN AMÉRICA LATINA

​Distopía Literaria #1

L a Vanguardia Latinoamericana ha tenido vertientes que fluctuaron entre la continuidad de los ismos europeos y el más extremo compromiso con nuestras raíces culturales. “Fue, como afirma Alfredo Bosi... ‘’un mosaico de paradojas’’. En nuestro continente se arraigaron, momentánea o prolongadamente, escuelas como el futurismo, el expresionismo, el ultraísmo o el superrealismo. Además, fruto de una temprana indagación en los focos culturales de Europa y el contacto directo con el cubismo de Pierre Reverdy, surgió el creacionismo de Vicente Huidobro. Contra esa imitación e incursión de l’esprit nouveau, hubo respuestas contundentes como la de César Vallejo en sus ya célebres ensayos ‘’Autopsia del superrealismo’’ y ‘’Poesía nueva’’.

UN DIOS PERVERSO

o la tragedia del desarrollo en Los fines del mundo de José B. Adolph

​Distopía Literaria #1

En Los fines del mundo de José B. Adolph, una de sus últimas y más sugestivas obras publicadas, no vamos a encontrar, por cierto, los tópicos usuales sobre el fin de la existencia en la tierra; es decir: esa apoteósica  destrucción del mundo por una bomba nuclear o por un meteorito, la aniquilación de la vida por un cataclismo universal, anunciado por una profecía o secta religiosa, la invasión alienígena, el calentamiento global, etc., entre otras fantasías o miedos posibles con que el hombre imagina, pinta, sueña, escribe; desde antiguo, sobre el fin de los tiempos.

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